Comencé este blog con una entrada muy especial, dedicada a un cubano, bueno...un cubano-ruso, es que ni se como definir a este ser tan especial... Aquí van los hechos...
Yo, una cubana que nunca había salido de mi país, llego a Moscu junto a mi hija de 18 años, después de 13 horas de vuelo y de las vicisitudes lógicas de un novato que además no domina mas que su idioma natal, despues de pasar por la aduana nos recibe un chofer que cariñosamente nombran Vovó, enviado por el gran amigo, Ruben, que como un padre cuando espera a su hijo, nos acoge y brinda las atenciones que aunque siempre esperadas de su persona, no dejaban de sorprendernos, pues mostraban una vez mas la calidad humana de este CUBANO: Camino al lugar donde nos hospedamos, nos llevó a una tienda donde nos proveyó de cuanto se necesita para resistir el crudo invierno ruso (Abrigos,gorros,medias, zapatos -nótese que los precios de la ropa de invierno no son nada baratos- y hasta un móvil con 800 rublos de saldo). Llegamos al apartamento sobre las 8:00 pm. Bellísimo, cuánto gusto, un paraíso habitacional para un cubano; luego de cerca de una hora de aseo, fuímos al encuentro de Ruben (primera ves que le veíamos en persona, nos causo una impresion de alguien que justifica los valores que lo siguen: un ser familiar, cercano, jovial y cariñoso), nos esperaba frente a un restaurante especializado en carne de res, donde nos agasajó con cuánta delicia ofrecía el lugar, durante la comida en conversación fluida, como viejos conocidos, nos proponia que antes de venir para Kazan, fuesemos a una excursion por Moscu, pero estabamos deseosas por encontrarnos con mi esposo. Después de comer nos compró el boleto de avión Moscu-Kazan(téngase en cuenta que a pesar de nuestra insistencia para dar de nuestro dinero para asumir parte de los gastos, siempre se negó). Todo el tiempo el chofer estuvo a nuestra disposición, estas atenciones afortunadamente no acabaron hasta que quedamos listas para embarcar en el avión Moscu-Kazan.
Este es RUBEN(en letras mayusculas y negritas), ademas de todo esto que escribe mi esposa, me mantuvo informado desde que mi esposa y mi hijastra aterrizaron en Moscu, hay en este cubano un deseo muy especial de servir a sus coterraneos, no importa muchas veces cuan conocidos le sean, para mi es una bendicion que un dia mi camino se haya cruzado con el de este ser humano tan especial.
Yo, una cubana que nunca había salido de mi país, llego a Moscu junto a mi hija de 18 años, después de 13 horas de vuelo y de las vicisitudes lógicas de un novato que además no domina mas que su idioma natal, despues de pasar por la aduana nos recibe un chofer que cariñosamente nombran Vovó, enviado por el gran amigo, Ruben, que como un padre cuando espera a su hijo, nos acoge y brinda las atenciones que aunque siempre esperadas de su persona, no dejaban de sorprendernos, pues mostraban una vez mas la calidad humana de este CUBANO: Camino al lugar donde nos hospedamos, nos llevó a una tienda donde nos proveyó de cuanto se necesita para resistir el crudo invierno ruso (Abrigos,gorros,medias, zapatos -nótese que los precios de la ropa de invierno no son nada baratos- y hasta un móvil con 800 rublos de saldo). Llegamos al apartamento sobre las 8:00 pm. Bellísimo, cuánto gusto, un paraíso habitacional para un cubano; luego de cerca de una hora de aseo, fuímos al encuentro de Ruben (primera ves que le veíamos en persona, nos causo una impresion de alguien que justifica los valores que lo siguen: un ser familiar, cercano, jovial y cariñoso), nos esperaba frente a un restaurante especializado en carne de res, donde nos agasajó con cuánta delicia ofrecía el lugar, durante la comida en conversación fluida, como viejos conocidos, nos proponia que antes de venir para Kazan, fuesemos a una excursion por Moscu, pero estabamos deseosas por encontrarnos con mi esposo. Después de comer nos compró el boleto de avión Moscu-Kazan(téngase en cuenta que a pesar de nuestra insistencia para dar de nuestro dinero para asumir parte de los gastos, siempre se negó). Todo el tiempo el chofer estuvo a nuestra disposición, estas atenciones afortunadamente no acabaron hasta que quedamos listas para embarcar en el avión Moscu-Kazan.
Este es RUBEN(en letras mayusculas y negritas), ademas de todo esto que escribe mi esposa, me mantuvo informado desde que mi esposa y mi hijastra aterrizaron en Moscu, hay en este cubano un deseo muy especial de servir a sus coterraneos, no importa muchas veces cuan conocidos le sean, para mi es una bendicion que un dia mi camino se haya cruzado con el de este ser humano tan especial.
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